Lección de anatomía
Que tus Pies te lleven por el camino más corto hacia el conocimiento que estas buscando sin prisa y sin pausa, sensibles para saber donde pisas y fuertes para pisar firme en el momento debido.
Que tus Piernas soporten las cargas que debas soportar, por lo que, cuanto más livianas sean mas erguido y mejor caminaras y tu trabajo será con la postura y el balance correcto, pero mantenlas en estado para correr o plantarse si es necesario.
Que tus Ojos reconozcan en el cuerpo propio y ajeno la diferencia entre un gesto de dolor físico, uno de la mente y otro del alma, así podrás comprender la totalidad, así sabrás también quien tiene intenciones buenas o malas y podrás ver en todas las direcciones.
Que tus Manos se tiendan generosas en el dar y agradecidas en el recibir, que sean suaves a la hora de dar contención y firmes al momento de defender la verdad, tu persona o un ser querido.
Que tus Oídos sean fieles a la hora de escuchar con tu mente para poder responder con tu corazón y sabiduría en cualquier circunstancia, que distingan la verdad de la adulación y te permitan estar atento.
Que tus Rodillas te sostengan con firmeza para transitar en camino elegido, que no se doblen ante la adversidad y si se aflojen mansamente cuando llegue el tiempo del descanso.
Que tu Espalda no lleve la carga más pesada, solo tus pertenencias debes transportar, ya que el camino es individual y tu solo puedes servir de compañía, tus ojos y oídos deben ayudarte a cuidarla en todas las circunstancias.
Que tu Boca siempre tenga una sonrisa para que sea una ventana del alma y no la vidriera de los dientes para aquel que necesita lo que puedes dar, pero que tu voz suene firme y con actitud pero sin gritar para decir lo correcto en el momento debido y a quien corresponda.
Que tus Dientes te sirvan para aprovechar mejor el alimento, y no para conseguir la tajada más grande en desmedro de los otros, y cuando tengas que mostrarlos se note la diferencia entre una sonrisa y una actitud de defender lo propio.
Que tu Lengua encuentre las palabras exactas para expresarte en el momento justo y pueda guardar silencio cuando sea necesario, que exprese tu voluntad en todo momento sin vacilación.
Que tus Uñas crezcan pero lo suficiente para no lastimar a nadie, y que tengan el largo suficiente para poder defenderte en caso de necesidad.
Que tu Piel te sirva de puente entre los demás y no de muro, que sea suave para sentir las caricias, pero firme en caso de necesidad.
Que tu Esqueleto sea resistente, que la artrosis no le forme oxido, se mantenga flexible así como tus pensamientos y sentimientos hacia el prójimo, que no se quiebre ni ante los golpes de la vida o ante una agresión.
Que tus Músculos tengan el tono justo, que te permitan hacer cualquier movimiento sin esfuerzo y fluir sin problemas en cualquier situación, pero que si debes usarlos sean duros como el acero.
Que tus Tendones y Ligamentos sean fuertes y flexibles para permitir a tu cuerpo doblarse pero no romperse.
Que tus manos sean capaces de ser suaves y firmes para sostener y acariciar a quien lo necesite, pero fuertes si debes defender tu integridad o la de tus seres queridos o amigos.
Que tus Venas mantengan la circulación sin encontrar semáforos en rojo, tu sangre es roja como el color de la pasión, pasión que debe estar siempre presente en lo que elegiste hacer, que no palidezca ante la adversidad, sino que su tonalidad sea aun más fuerte.
Que tu Pelo le dé abrigo a tus ideas y conocimiento, que siempre aportan más que un buen peinado.
Que tus Brazos sean los que contienen y abrazan y no camisa de fuerza para nadie, pero a la hora de salvaguardarte de alguna adversidad tengan la fuerza necesaria para oponerse a quien pretenda llevarte por delante.
Que tu Corazón sea el que responda a las inquietudes de los otros después de haberlos escuchado con atención, que su latido sea fuerte y tranquilo, que transmita paz y seguridad que te mantendrá seguramente lejos de las disputas y para que tu vida siempre sea un paso adelante hacia el universo.